martes, 16 de diciembre de 2008

Hugo en el mercadillo


“Hugo dobló dos veces a la izquierda, tres a la derecha y luego volvió en zigzag y llegó al mercadillo que era realmente bastante grande.

Allí se ofrecían a la venta muebles baratos; objetos de decoración, como cuadros y jarrones; libros; relojes de montaña; botellas termométricas, pósters y tarjetas postales. Además, placas de latón, jaulas para pájaros, cubiertos de plata de diversos tamaños y formas. Y muchas otras cosas más. Lo único que no vio Hugo fueron niños viejos. En cuanto a niños en venta sólo había una niña negra con cinco trenzas y un niño cuervo un poco pálido y flacucho, con una caña de pescar. Parecía un poco retrasado porque llevaba una rosquilla colgada del anzuelo en lugar de una lombriz, y rechazó indignado la proposición que le hizo Hugo de ir a pescar a la orilla del Biegel. Pero esos tres niños, por extraños que fuesen, eran jóvenes.

-Información errónea -murmuró Hugo con tristeza, y decidió abandonar el mercadillo y regresar a Zwynz. Entonces vio al final del mercadillo una cómoda. Y en la planta superior de la cómoda descubrió a un pequeño lector con un periódico. En la planta baja había también tres personajes pequeños (uno de ellos era la mitad de grande que los otros dos).

Hugo se acercó a la cómoda y contempló con curiosidad aquellos personajes.”

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Porque me gusta ver lo que una de las láminas de Jörg Wollman inspiró en la imaginación de Christine Nöstlinger para escribir este pasaje concreto de ‘Hugo, el niño en sus mejores años’

2 comentarios:

  1. Es precioso, el relato y la lamina. Es increible lo que puede inspirar una imagen.

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  2. Hace tiempo que no leo ningun libro, pero hace poco me vino, no se por que, la idea de leer alguno de Dickens (asi, algo ligerito, je, je) La verdad es que cada vez escribo peor, es lo que tienen las nuevas tecnologias...Esta es mi primera pagina web, a ver si te gusta:

    http://videoanton.webcindario.com

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