viernes, 28 de noviembre de 2008

Como una nabucodonosorcita

Muchas veces he fantaseado con hacerme minúscula y vivir una aventura entre flores gigantes como Amy, Russ, Nick y Ron.

jueves, 27 de noviembre de 2008

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿Qué tendrá la capital vasca?

Que tanto nos tira...


Será que pasé allí siete de los mejores años de mi vida...
Será que su gente es abierta y entrañable...
Será que su cultura tiene mucho que ofrecer...
Será que hoy se proyecta Los Cuentos de Negruri por primera vez en pantalla grande, la obra para la que realicé la entrevista más difícil que he hecho nunca...


La información para quien quiera y pueda pasarse:
http://www.facebook.com/event.php?eid=41197670810


Trailer de la pieza

martes, 25 de noviembre de 2008

Adolescencia ochentera


Esther y el mundo adolescente de los 80, una mezcla entre inocencia y picardía...
Molaría tener 15 años a mediados de los 80 un día, por probar...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Capital ¿¡EUROPEA DE LA CULTURA!?



“Admiramos a las personas por motivos, pero las amamos sin ellos” (Gilbert Keith Chesterton)



La frase de tan isigne pensador puede ser aplicada a mi ciudad. Santander se presenta como candidata para convertirse en Capital Europea de la Cultura 2016. Bajo el eslógan ‘Todos somos capitales’, que presupone unión, igualdad y relevancia.


Y es que yo amo a mi ciudad. Es bella hasta decir basta, coqueta y bella y repleta de mar, arena y verde. Maravillosa sobre todo para quien la visita por un breve periodo de tiempo, que queda extasiado ante sus paisajes.


Pero no la puedo admirar. Y menos su calidad cultural. Porque no se puede alardear de “la milla de la cultura” cuando la agenda cultural de la ciudad funciona a base de impulsos, cuando la programación se limita al Palacio de Festivales, a la UIMP y a la Fundación Botín, cuando la mayor parte del tiempo existen nulas actividades lúdicas interesantes para jóvenes, cuando no hay cines en el centro, cuando las subvenciones para asociaciones juveniles y/o culturales tardan meses en ser cobradas (si son cobradas), cuando no se impulsa de ninguna manera a los artistas jóvenes, cuando quien propone algo nuevo es mirado con malos ojos y considerado molesto. No vaya a cambiar algo de nuestra bella ciudad, tan tranquila y preparada para vivir como jubilados.





Porque yo amo a mi ciudad, pero no la admiro, soy consciente de que, mientras nada cambie, no podrá ser Capital Europea de la Cultura.






Foto: presentación de la candidatura en la playa del Sardinero, by me

jueves, 20 de noviembre de 2008

Signo de cáncer

A tu signo lo representa el cangrejo de río y coincide con el comienzo del verano en el hemisferio norte y del invierno en el sur. Cáncer es un signo de Agua, es decir, en el que predominan los sentimientos.

Tu tendencia a remontarte en el pasado y tu prodigiosa memoria te otorgan, con frecuencia, un espíritu coleccionista, incluso aficiones de anticuario o de historiador. Muchas veces tu aspecto exterior de dureza esconde una gran sensibilidad o ternura. Y posees una tenacidad comparable a la del cangrejo, que cuando atrapa una presa antes se deja romper una tenaza que la suelta. De hecho, Cáncer es correoso y puede llegar a tener una sólida moral.

Bastante tímido, en tus relaciones personales necesitas un trato delicado y cariñoso. Cuando recibes un trato cálido y protector, te creces y luchas, defendiendo tenazmente a tu familia. Pero también podemos encontrarnos -por distintos motivos- al Cáncer extremadamente sensible, encerrado en su caparazón o aislado entre cuatro paredes. En ocasiones, estas dos tendencias pueden alternarse en diferentes etapas de una misma vida.

De hecho, debido a la extraordinaria influencia lunar que reina sobre Cáncer, uno de tus principales problemas pueden ser los increíbles altibajos en cuanto a los estados de ánimo. Tu alterable humor te puede hacer pasar de la risa al llanto con la misma facilidad que el cambio a la inversa. Todo ello porque el subconsciente, que es lunar, es muy poderoso en este signo, lo que te da, con frecuencia, algo de subjetividad, de manera que sus nativos lo veréis todo según la sensación que os cause, no dependiendo precisamente de enfoques racionales u objetivos.

Cáncer absorbe todo cual esponja, actuando por reflejo o como un espejo en función del trato que reciba, lo mismo que la Luna refleja la luz que recibe del Sol. Aunque sueles ser práctico, tienes una considerable capacidad para la fantasía y la ensoñación.

En el amor necesitas, fundamentalmente, construir un nido, debido a tu sentimiento protector y familiar. Cuando estás entre personas conocidas o que sientes cercanas puedes comunicarte o hablar mucho, rompiendo así la timidez que sueles mostrar ante desconocidos.

En aquellos Cáncer que tienen una carta astral armónica podemos encontrar las siguientes virtudes: espíritu familiar y de hogar, tenacidad, capacidad de sacrificio, adaptabilidad y discreción.

En cambio, si el conjunto de la carta astral es inarmónico, éstos pueden ser algunos de sus principales defectos: hipersensibilidad, falta de disciplina o de orden, ensoñación, infantilismo e inestabilidad emocional.




Y ahora que dé la cara la listilla o el listillo que ha escrito esto, que ya le vale con la cámara oculta que tiene en mi vida.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Vivre sa vie


«Vivre sa vie» («Vivir su vida») (Jean-Luc Godard, 1964) cuenta un fragmento en la vida y la evolución de una joven que acaba ejerciendo la prostitución, de una forma natural, sin ningún dramatismo, simplemente impulsada por el estilo de vida impuesto en la sociedad del dinero. Su vida a partir de entonces se decide en la calle y en los cafés, en el lugar de trabajo o en habitaciones de hotel. Es un retrato en doce viñetas de una prostituta parisina enamorada del cine. El retrato de lo que un personaje es capaz de expresar, y la posibilidad de observar su vida a través de la mirada de un autor.



Mi primer contacto con la ‘nouvelle vague’, que vi en directo en el programa de Garci. Era tan diferente de todo lo que conocía y había visto y trastocó tanto mis expectativas como espectadora, que tras más de 10 años, sigue grabada en mi retina.

martes, 18 de noviembre de 2008

Leo


Por el entrañable Luke de ‘Growing pains’

Por el vulnerable Toby de ‘This boy's life’

Por el especial Arnie de ‘What's eating Gilbert Grape’

Por el barbilampiño Romeo que enamoró a Claire Danes

Por el apasionado Jack de ‘Titanic’

Por el doble papel de ‘The man in the iron mask’

Por la superficialidad de Brandon en ‘Celebrity’

Por el playero Richard de ‘The beach’

Por el aprendizaje de Billy en ‘The departed’



Y por todas sus interpretaciones que me faltan por descubrir. Porque es casi imposible que me defrauden.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Tiny

Multitud de veces he soñado que tengo un/a amigo/a o una mascota diminuta, casi microscópica, alguien a quien aprecio mucho a pesar de la diferencia de tamaño que existe entre ambos, y que dejaré de ver si cambia su ubicación habitual, si sale de la pequeña casita o tarro o receptáculo en el que se encuentra.

Y es entonces cuando el sueño se convierte en pesadilla, porque mi diminuto ser querido se escapa o se marcha o le sacan de su sitio y yo ya no lo puedo ver más y queda camuflado entre los dibujos de la alfombra o en cualquier otra parte de la casa o quien sabe si de la calle. Y puedo pisarlo en cualquier momento. Porque no escucho su voz, es demasiado pequeñito o quizá mudo. Pero mientras estuvo en su lugar, nos comunicábamos perfectamente. Pero lo pierdo, lo pierdo de vista y de corazón. Y siento una angustia muy grande.

Una sensación parecida me recorrió al enterarme de que XN ha vuelto a China y su teléfono ha dejado de estar operativo.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Gracias a la subconsciencia

Viajando en tren o en metro por Santander o por Bilbao llegamos a un lugar (¿un vagón de metro? ¿una cafetería? ¿un centro comercial?) y me doy cuenta de que allí, en una mesa, firmando autógrafos, se encuentra Orson Welles. En ese momento recuerdo que había incluído ese evento en la agenda de la web. Pero se me había olvidado. Lo importante es que ahí está. Un joven Orson Welles en blanco y negro, vestido como aparece en El tercer hombre y sonriendo enigmáticamente.

Me da un vuelco el corazón pero me doy cuenta de que no llevo la cámara de fotos. Le pido a Manu que me acompañe a casa y nos dirigimos a por ella en una combinación de metros y trenes, como si la distancia fuera considerable y sin embargo, estamos de vuelta enseguida. Al llegar de nuevo al lugar, exclamo "¡pero si he ido a por la cámara y no la he traído!" y miro hacia abajo y veo que la tengo preparada para disparar y a la altura del pecho. Ni me inmuto por el despiste.

Me pongo al final de la cola de personas que esperan conseguir unas letras de Welles, pensando que este pobre hombre, tan mayor (aunque no lo aparente), ya estará harto de tanta firma, porque lleva allí unas 8 horas sin parar. Mientras me coloco al final de la cola, una voz en off, de la manera en la que lo expresaría el pensamiento de un personaje en una película, dice mientras se ve a la Cecilia Roth de Todo sobre mi madre, con el abrigo rojo, colocarse al final de la fila: "Esta mujer, siempre la última para todo". Roth desaparece y yo ya no estoy al final de la fila, sino sentada en un asiento del metro, de los colocados paralelamente a las puertas y ventanas, aburrida de tanto esperar.

De pronto aparece Orson Welles, cual revisor, ofreciendo su firma sobre un fotograma de El tercer hombre. Ahí es cuando me doy cuenta de que lo que yo creía una cola, era gente colocada en sus asientos y viajando sin inmutarse por la presencia del genio. Así que le miro para que entienda que a mí me interesa y se pare. Me firma la foto, que tiene un brillo especial, y después se dirige a hablar con Manu, al que unas tres personas separan de mí, y con el que se queda un buen rato, haciéndose incluso un hueco a su lado.

Cuando nos marchamos del metro, comentando el hito que acabamos de vivir, nos cruzamos en unas escaleras con el alcalde de Santander acompañado de algún otro del equipo municipal. Le saludo como si tal cosa y él no responde, pero me da igual. Acabo de conocer a Orson Welles en persona.