miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Camello que no es un camello


Una de las cosas que más me gustan de los paisajes de Santander es que en ellos se puedan encontrar figuras “escondidas”. Es por eso por lo que colecciono fotos propias con este mismo encuadre.

La playa de "El camello", famosa irónicamente por una roca con forma de dromedario, siempre me pareció misteriosa y fascinante. Quizá en parte porque ninguno de mis baños infantiles fue en ella. Ese animal pétreo allí día y noche, a veces rodeado de bañistas y playeros y otras solo, solísimo, viendo pasar los días de invierno.

Me pregunto qué sentirá cuando sube la marea y lo sumerge en el agua.
Foto: así he fotografíado la playa durante los últimos años