miércoles, 20 de marzo de 2013

Concierto homenaje a Juan Carlos Calderón



En dos partes. La primera, protagonizada por sus descendientes, nieta y sobrino nieto, quienes le homenajearon tocando ‘El Albaicín’ de Albéniz y dos preludios de Rachmaninoff, por un vídeo con una entrevista grabada en ‘Villa Asunción’, su casa, y por una banda de jazz, liderada por el guitarrista Daniel López de Arróyabe, sobrino del compositor, que trasladó los sonidos del Drink Club al Palacio de Festivales ejecutando piezas del disco ‘Bloque 6’ de Juan Carlos.

Y la segunda, apoteósica. El Consorcio (sin Sergio, convaleciente en la cama) interpretando, acompañados de una orquesta sinfónica, una selección exquisita de obras compuestas y/o arregladas/producidas por Juan Carlos para las distintas formaciones de los Urangas y compañía: ‘La otra España’, ‘Piel/Búscame’, ‘Había olvidado’, ‘El vendedor’, ‘Quién te cantará’, ‘La llamada’, ‘Vencedor o vencido’, ‘Tómame o déjame’, ‘Secretaria’ y ‘Pange Lingua’. Sin olvidar ‘Eres tú’ como colofón, que tuvieron que repetir ante una sala Argenta llena a rebosar y puesta en pie que se resistía a dejar de aplaudir, incluso una vez había quedado vacío el escenario. 

Emocionantísimo homenaje de su Tierruca al “Maestro Juan Carlos”, como a Amaya contó que le gustaba llamarle, entre el cariño y la admiración. La excepcional intérprete, compartió, a lo largo de la hora y media que duró su concierto y luchando contra las lágrimas, algunos detalles entrañables, de tantos que habrán perlado una relación profesional y personal que ya ha cumplido 40 años. Por ejemplo, cómo reaccionaba El Maestro a este apodo, que con esa seriedad cómica suya, le contestaba: “¿Pero qué dices, chavaluca?”.

domingo, 10 de marzo de 2013

Audrey se sinceró conmigo en sueños


Estamos varias personas de fiesta en una casa, en una habitación bastante pequeña. Tengo la sensación de que allí todos vamos a terminar emparejados. Audrey Hepburn está en el grupo, sonriente, despreocupada, aparentemente feliz. Winston, de New Girl, pretende ligar con ella y a mí me parece absurdo y chocante, porque tengo claro que ella debe estar conmigo, ya que para eso nos han metido a las dos en esa escena. Así que se lo intento explicar a él. Aunque al principio está reacio y molesto, su estado de embriaguez le hace ceder pronto y opta por cualquier otra chica que tiene más a mano. Me voy con Audrey a la habitación de mis padres de la antigua casa y me siento con ella en la cama. La abrazo. Siento lo menuda que es y lo delgada que está. Y le pregunto si es feliz y cómo se siente. No quiere hablarme de nada. Le enseño una foto donde sale su hijo Sean y finge no conocerle. Le digo que yo sé que es infeliz y que me lo puede decir sin problema, que tengo una cruzada personal contra quien la etiqueta erróneamente de glamourosa superficial. Quiero enseñarle la entrada de mi blog donde hablé de eso, pero no parece fiarse de mí. Finalmente termina llorando. Mi padre entra, nos ve allí juntas y vuelve a salir del cuarto.