domingo, 17 de octubre de 2010

Eye of the storm

M.C.P. y un chico caminan conmigo por la zona de Los Pinares. Ella me pregunta dónde está la Fuente de Cacho y yo se lo indico y le digo que les acompañaré. Se muestra contenta de que mientras hace tiempo para otra cosa, aprende. Me pregunto si J.A. se enterará alguna vez de cómo he cuidado a su amiga.

En otro escenario, ella le va a explicar algo a alguien que le ha preguntado. Para hacerlo, se tumba en el suelo boca abajo en ropa interior de color rosa palo y se arrastra hacia esa persona. El movimiento resulta tan sensual que Deivid exclama: “¡no lo soporto!” y se va.

Es un alivio que en cierto momento llegue HugOT. Está guapísimo. Se acerca a mí para contarme que el diseñador gráfico que suele ocuparse de las portadas de sus discos ya no puede trabajar más con él. Lo interpreto como un ofrecimiento para que diseñe yo la portada del último, así que le miro fijamente a los negros ojos y me inspiro. “¡Ya lo tengo!”, exclamo, al ver el arco iris reflejado en ellos. He visto la portada perfecta de esa manera.

Para venderle mi idea, le explico que hoy en día los arco iris están más presentes que nunca en la vida de las personas ¿? Y que mi idea es dibujar los rasgos de uno de sus ojos de forma esquemática, coloreando cada uno de los trozos formados por sus líneas básicas de un color del arco iris. Trato de mostrárselo para que lo vea más claro, pero me complico demasiado, queda fatal y me desalienta un poco lo mal que dibujo.



Pienso que lo ideal es hacerlo de forma sencilla y le explico que podemos pintar su ojo sobre un fondo gris. Creo que le gusta mucho y se pone contento. Recuerdo usar un rotulador morado muy viejo que heredé de mi tía L., con forma hexagonal. Y que la zona inmediatamente inferior al párpado la coloreo de rojo. Y que me cuesta no repetir colores, que siempre cojo los mismos: rojo, azul y morado. Alguien me pregunta: “¿y el verde y el amarillo?” Entonces me doy cuenta de cuáles eran los que faltaban y completo la pintura.


Soñado en Camarma de Esteruelas el 3 de octubre de 2010

sábado, 16 de octubre de 2010

Hasta siempre, Manolito



Desde que Jaenada te “quitó” el Goya he pensado regularmente en ti, en tu salud, en cómo llevarías la vejez, si tus protagonistas tardíos te habrían hecho muy feliz y en cómo sentirías al mirar hacia atrás esa vida tuya tan repleta de cine.

Yo te conocí como ese ‘Querido Profesor’ simpático, cómplice y entrañable. Al ir creciendo, descubrí al eterno secundario y maravilloso cómico que había realizado una ingente cantidad de interpretaciones memorables en el mejor cine español. Y últimamente disfruté de tu registro dramático gracias a Don Ricardo, ese abuelo, ¡mi abuelo! y al enamorado Fred.

El secundario de oro del cine español, Don Matías, Manolito. Somos tant@s los que te queremos... Aunque estoy segura de que lo sabes.



“En mi profesión, me ha gustado hacerlo todo muy sencillo pero muy distinto” (Manuel Alexandre)

sábado, 11 de septiembre de 2010

Rimas añorantes


Biblioteca nuestra que estás en la UPV,
alabada sea tu videoteca,
venga a nosotros tu sapiencia.
Háganse en ti los préstamos
así en tu sala como en la de Bellas Artes.
Danos los libros que buscamos,
perdona nuestras prisas de última hora,
y acógenos cuando el resto de edificios están cerrados.

Amén

domingo, 11 de julio de 2010

Pensamientos de colores

Hace unos tres años fui a reencontrarme con Santander después de varios días fuera y caminando por el paseo Reina Victoria, al lado de la playa, me dio por fotografiar pensamientos de muchos colores para luego hacer un montaje a lo Warhol.

miércoles, 21 de abril de 2010

A veces, un cuerpo puede modificar un nombre (Ángel González)

A veces, las palabras se posan sobre las cosas
como una mariposa sobre una flor,
y las recubren de colores nuevos.

Sin embargo, cuando pienso en tu nombre, eres
tú quien le da a la palabra color, aroma, vida.

¿Qué sería tu nombre sin ti?
Igual que la palabra rosa sin la rosa:
un ruido incomprensible, torpe, hueco.



Foto: Los Peligros, by lagape

martes, 13 de abril de 2010

Alicia vuelve a Wonderland

La nueva versión del clásico de Lewis Carrol realizada por Tim Burton está producida por Walt Disney. Alicia en el País de las Maravillas fue durante años una historia largamente deseada por Disney hasta que finalmente la llevó al cine en 1951. Admito desde ya mi absoluta predilección por su versión animada. Pocas películas consiguen provocarme una mezcla de fascinación, desazón y empatía similar en cada visionado (y ya van muchos).

Burton hace de la niña Alicia una adolescente tardía de 19 años, que a punto de ser obligada a casarse con un noble, huye y cae de nuevo en un agujero que la transporta al País de las Maravillas, un mundo que la recuerda las pesadillas que tuvo de pequeña, repleto de animales parlantes y todo tipo de criaturas imposibles. Alicia descubre que el motivo por el que ha vuelto es que debe ser ella quien acabe con el terror instaurado por la Reina de Corazones. Durante su mágico viaje, la protagonista descubrirá su destino.

Es de agradecer para los amantes del relato original que Burton no se haya limitado a adaptar la historia que todos conocemos añadiéndole su toque personal. Ha sido capaz de incorporar sus pinceladas autorales en todo el diseño de producción respetando lo que había que respetar: un texto, el libro de Lewis Carrol, que desde su publicación impregna en gran medida la cultura occidental.

buena.jpg picture by Laudrey82

El protagonismo de Johnny Depp, que encarna al Sombrerero Loco, es quizá excesivo; su papel parece haber sido alargado para asegurarse el favor de las legiones de fans del actor. La inclusión de una subtrama en busca del lucimiento de Depp se ha impuesto en detrimento del toque fresco, excéntrico y exasperante del Sombrerero de Disney, cuyo encanto en el film de 1951 puede que estuviera en parte, en lo breve de su aparición.

Una delicada Anne Hathaway en el papel de Reina Blanca, Helena Bonham Carter en el de la malvada Reina Roja y Crispin Glover como su maquiavélico esbirro son algunos de los protagonistas, apoyados por famosos actores que colaboran doblando al resto de personajes (cuyo trabajo nos perdemos en la versión en castellano) y completando el reparto.

No faltan numerosas referencias y cameos de personajes para los fans de Carroll y su novela ni batallas épicas al gusto más actual, detalles que la hacen atractiva para todo tipo de público. Deslumbrante visualmente, es recomendable su visionado en 3D para disfrutar en toda su plenitud de la galería de seres que pueblan todos estos mágicos lugares en los que perderse durante 108 intensos minutos.

domingo, 7 de febrero de 2010

Los Cinco y yo

Hubo una época en la que los libros de Enid Blyton eran los que más me gustaban. Los podía leer una y otra vez sin cansarme.

Recuerdo cómo veía a los personajes de Los Cinco:

Julian - el mayor, guapo y rubio, responsable, valiente, inteligente, bueno, jefe y cuidador del resto y que para más inri, solía idear los planes.

Dick - su característica más significativa era... ¡que comía mucho! Moreno, un año menor que Julian. Era un poco el contrapunto de su hermano, desastre, desordenado, pero también buen chico.

Ana - la hermana pequeña de Julian y Dick. Femenina, hacendosa, coqueta y un poco infantil. Admiraba a su hermano Julian por encima de todo y siempre era la más miedosa y la más torpe. Eso sí, en la cocina, era la mejor.

George-Georgina - en las traducciones Jorge-Jorgina (¿?). La prima de los tres anteriores. Deseaba haber nacido chico, y por eso quería que la llamaran Jorge y llevaba el pelo corto. Al principio de la colección tenía una relación difícil con sus primos, pero después se hacían inseparables. Solía repeler todo lo que tuviera que ver con las mujeres, lo que la hacía opuesta a Ana. Tim era su perro.

Tim - el perro fiel, divertido y valiente que todos queremos tener. Su mayor defecto es que se tragaba de un bocado los helados. Sacaba a los chicos de más de un aprieto.
Recuerdo que leyendo los libros de esta colección aprendí la palabra "escudriñar", que la usaban muchísimo en la traducción, demasiado. Y que esos desayunos al estilo inglés siempre me daban muchísima hambre.
Como suele ocurrir, la autora tuvo una vida de lo más complicada y polémica, para contrastar con su universo literario...

De la misma autora, Los Siete Secretos y las historias de hadas y juguetes que cobran vida en las habitaciones de los niños.

domingo, 24 de enero de 2010

Entrevistada

Hace unos meses, Adrià Giménez, un estudiante de Bachillerato barcelonés contactó conmigo a través de mi blog. Tenía que hacer un trabajo para clase y mientras buscaba el tema idóneo, tratando de que estuviera relacionado con el color, descubrió la posibilidad de realizarlo sobre la Sinestesia. Buscando en internet encontró mi artículo sobre el tema. Este chico me preguntó si me importaría responder a unas preguntas para elaborar así una entrevista que sirviera de complemento para su trabajo, al contestarlas alguien que conocía el tema desde dentro, que lo experimentaba.

No sé hasta qué punto se puede considerar valioso mi punto de vista, puesto que se limita a mi escasa experiencia personal. En cualquier caso, espero que sirva para contribuir a ese sobresaliente que Adrià se merece por su trabajo, que ha presentado recientemente. Yo lo he leído entero y está muy bien. ¡Suerte! Y gracias por su interés en la Sinestesia.

Bueno, pues aquí está la entrevista:

Durante la elaboración de mi trabajo, tuve la oportunidad de ponerme en contacto vía Internet con una joven sinestésica y le hice una pequeña entrevista. Pensé que la información obtenida mediante los libros y las páginas web no era suficiente para entender un poco más la sinestesia y busqué una persona sinestésica para que, desde su punto de vista, explicase que es la sinestesia y diese una visión más cercana a ésta.
Su nombre es Laura (...).

Mi nombre es Adrià (...).

Ante todo gracias por ofrecerte para hacer esta entrevista. ¿Cuándo te diste cuenta de que tenías sinestesia? ¿Cómo te enteraste?
Me di cuenta pocos años después de haber comenzado a manejar Internet, hacia el 2006. Siempre he sido sinestésica pero consciente de que lo que me pasaba tenía nombre, sólo recientemente. Navegando por la red leí el caso de alguien que relacionaba colores con letras, lo cual me llamó poderosamente la atención. Y leyendo, descubrí que así se llamaba "lo que me pasaba".

¿Cómo reaccionaste al saber que tenías esta facultad? ¿Lo consideras una cualidad o por el contrario piensas que es una carga y un problema?
De pequeña no sabía lo que era, así que simplemente disfrutaba de ese tipo de relaciones mentales que establecía sin proponérmelo. Era como un juego. El color ha sido siempre algo que me ha marcado y que ha impregnado de una manera u otra mi vida. Nunca me ha parecido una carga, aunque siempre lo he vivido en soledad, porque la gente a la que se lo explicaba o no lo entendía o simplemente se sorprendía. Pero eso tampoco ha llegado a ser un problema. Para mí la sinestesia es algo muy agradable.

Existen muchos tipos de sinestesia e incluso a veces una persona posee más de un tipo de sinestesia, ¿qué tipo de sinestesia tienes tú?
Desde siempre relaciono las letras, los números, las notas musicales y los días de la semana y meses con colores muy concretos.

Explícame cómo es tu sinestesia, es decir, ¿qué percibes? ¿De qué manera lo notas? ¿En qué momentos lo percibes?
Ahora que me haces esta pregunta, me doy cuenta de que no siempre percibo la sinestesia. Cuando leo un libro por ejemplo, no percibo fuerte la información de color. Pero en grupos pequeños de grafías, como números de teléfono por ejemplo, es una sensación fortísima. Un número de teléfono me parece más bonito que otro precisamente por los colores que contiene. Si veo un abecedario, sí veo colores. Si veo números sueltos, sí veo colores. Pero en un texto grande pierdo la fuerza de la sensación. Si veo un horario con los días de la semana también lo veo clarísimo. De hecho, ahora recuerdo que cuando dibujaba los típicos horarios del colegio, pintaba el día según el color del que me parecía a mí que era.

Por ejemplo, la serie de números del 1 al 9 siempre ha aparecido en mi cabeza de la siguiente manera:

1 2 3 4 5 6 7 8 9

Las vocales:

A E I O U

Las notas musicales:

DO RE MI FA SOL LA SI

Los días de la semana:

LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO


¿Tienes alguna idea de por qué relacionas los días de la semana con esos colores?
Lo único que sé es que MARTES y SÁBADO son rojos porque contienen la A. No te puedo dar otro motivo. Y, por ejemplo, LUNES Y JUEVES son amarillos porque contienen la U.

Antes has dicho, cuando hacías referencia a los colores con los que ves las letras y los números: “aparecían en mi cabeza”. ¿Qué quieres decir cuando dices que aparecen en tu cabeza?
Quiero decir que el uno no lo puedo ver negro o sin color. El 1 es azul, es algo tan claro para mí como que el cielo también lo es. Simplemente que si pienso en un 1, es uno azul. Pintado, dibujado, coloreado como tú quieras pero azul, azul claro. Siempre lo es y creo que siempre lo será.

Si yo por ejemplo te escribo un 1 en color verde, ¿tú lo verás azul de todas maneras?
No, lo veo verde. Es decir, no es que sea daltónica, sino que te he visto escribirlo en verde y en mi cabeza, si pienso en ese “uno” verde surge una especie de sensación desagradable. Yo percibo lo que hay, pero mi mente va por libre. Sé qué colores hay, los diferencio, no los mezclo. Pero si a mí me dices piensa en un 1, siempre pensaré en ese número azul.

De acuerdo, pongamos el caso de un experimento a grosso modo. Te presento un folio blanco con una pequeña “mancha” azul. Tú al estar a una cierta distancia de mi no percibes que es esa mancha pero sí el color de esa mancha. ¿Podrías decir que es un 1 o cualquier grafema con el que identificases ese color o podría ser cualquier cosa?
Podría ser cualquier cosa. El uno lo relaciono con la letra ‘I’ porque son del mismo color. De ser esa mancha una letra o un color, me gustaría más que fuera el 1 o la ‘I’ que cualquier otro. Me gusta ver los números y las letras en sus colores "correspondientes", lo agradezco.

Dices que cuando el color no corresponde con el color que tienes “predeterminado” para esa letra o ese número te produce una sensación desagradable.
Sí, un poco como de descoloque, de desorden.

¿Cómo si vieses un tomate azul?
Pues sí, yo creo que algo parecido. Una sensación como de: “Esto no es así. ¡Aquí algo falla!” pero que en realidad sólo falla para mí. Soy consciente de eso.

¿Has oído hablar de otras sinestesias? ¿Te gustaría tener alguna de ellas?
Sí, he oído hablar de otras sinestesias que no sólo interrelacionan sensaciones visuales y me parecen fascinantes. Cuantos más sentidos estén en juego, es más interesante. Para percibir formas cuando oigo según qué sonidos tengo que hacer un esfuerzo extra. Recuerdo en alguna clase del colegio que nos ponían música y nos pedían que dibujáramos lo que viéramos con esa música. Para llegar a imaginar algo, tenía que esforzarme, no surgía naturalmente como me surge la sinestesia que tengo.
Eye of Mother Earth, de Jim Warren
Pero, ¿veías esas formas?
Me pedía a mí misma: "Piensa en algo que te sugiera esta música" y lo encontraba, pero eso creo que no es algo especial, cualquiera puede conseguirlo si se esfuerza un poco.

¿Te ha supuesto un problema en tu vida cotidiana a nivel social, físico, psíquico, etc.?
Creo que me ayudó a aprender a leer más rápido. Quizá pudo influir la fuerte relación entre letras y colores que se estableció desde entonces en mi cabeza. Quién sabe..

¿Algún miembro de tu familia tiene sinestesia? Si es así, ¿posee el mismo tipo de sinestesia que tú?
Que yo sepa, no. Nadie.

¿Has visitado algún psicólogo para que te informe más sobre la sinestesia? ¿Qué te ha comentado?
No, toda mi información sobre la sinestesia, aparte de mi propia experiencia, procede de Internet.

¿Te has sometido a algún tipo de experimento con psicólogos que investigan la sinestesia? Si es así, ¿cómo han sido estos experimentos?
No, pero he leído que se hacen. Yo me ofrecería encantada.

¿Conoces a otras personas que tengan sinestesia? ¿Qué tipo de sinestesia tienen?
Cuando descubrí de qué iba todo esto, en 2006, escribí un artículo. Ahí escribieron varias personas que manifiestan compartir mi experiencia aunque algunas de ellas de forma anónima.

¿Cómo resumirías tu experiencia personal sobre la sinestesia? ¿Es algo que comentas de una forma habitual con familiares, amigos y conocidos o prefieres que desconozcan el hecho de que tienes sinestesia?
No es algo que comente habitualmente, pero cuando descubrí su nombre y lo comenté con mi gente y lo escribí en el blog, me di cuenta de que resulta interesante. Pero no es algo de lo que hable normalmente con nadie.

Para terminar, ¿cómo sería tu arco iris mental hecho con letras y números?
A_OE_IG. Acabo de darme cuenta de que no encuentro una letra naranja ni verde oscura. Con la letra viene rápido el color, pero con el color no viene rápida la letra, porque como hay varias cosas del mismo color, es confuso. Los números me vienen más rápidamente (creo que porque son menos): 4725138.

Muchísimas gracias por tu colaboración.
De nada. ¡Suerte!