Hace tres años, en mis caminatas hasta la UPV-EHU subiendo cuestas y sorteando lagartijas, me encontraba con varios caballos. Había uno marrón, otro negro y este blanco, al que un día le dio por ponerse bajo un árbol para emular la ilustración de un libro de cuentos.
Pues totalmente de cuento. Preciosa foto.
ResponderEliminarAyyy, que recuerdos esa cuestezuca. Cojonuda la fotu
ResponderEliminarEs lo que tiene lo de poner un campus en mitad del campo, que te encuentras con estampas de este tipo. Aún me acuerdo de esas fincas con tomateras y perros puñeteros que había según se salía por la puerta.
ResponderEliminarJoder, de ahí su nombre... campus... si es que hay que ser consecuente...
ResponderEliminarpues muy chulooo, la verdad es una estampa de cuento, no llegaste a montarte?? :p
ResponderEliminarNunca he montado a caballo :(
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